Dostoievsky es, probablemente junto a Tolstoi y Nabukov, uno de los grandes maestros de la literatura al norte del Rin. Pensar en hacer un análisis de sun gran obra; Los hermanos Karamazov, es para mi algo inabarcable, pues llevaría años y podrían escribirse cientos de tesis sobre ella.
Es la historia de un parricidio, de conflictos morales y de locura, de muerte, redención y culpa. El propio dostoievsky volcó en la obra el dolor por la muerte de su hijo de la que se sentía culpable, como todas sus obras reflejó parte de su vida e incorporó algunas experiencias de cuando estuvo condenado a Siberia.
Es una lectura complicada, pero es de esos libros que te cambiarán la vida, como Crimen y Castigo o El jugador, del propio Dostoievsky. Es un libro capaz de arrancarte las entrañas y masticártelas, cuando lo cerré hace muchos años, necesité muchas semanas para asimilar del todo lo que había leído.
Pues bien, en lo que respecta a Warhammer 40.000, existe un personaje extraído directamente de uno de los pasajes más famosos del libro, el Inquisidor Fiodor Karamazov. El nombre del Inquisidor es una clara referencia al escritor, y el apellido a su obra. Su personalidad es la de uno de los personajes secundarios de la novela, un inquisidor español.
Para entender este pasaje primero hay que entender a su autor, Dostoievsky era cristiano ortodoxo, muy creyente. Realiza una crítica del catolicismo y la cultura occidental del siglo XIX. En este fragmento, uno de los cuatro hermanos, Iván, que es ateísta y racionalista lee un poema a su hermano pequeño, Aliosha que es el alter ego del hijo muerto de Dostoievsky y encarna todas virtudes que este deseaba; fé, ascetismo, pureza...
Lo que ocurre es la aparición de Cristo en las calles aborratadas de Sevilla, después de un acto de fé en el que arden 100 herejes. El Gran inquisidor, un hombre viejo de 90 años, manda apresarlo e interrogarlo. Durante la conversación que sigue el Inquisidor acusa a Cristo de volver a la Tierra para nada, de que su obra ya está completa y que no tiene nada más que añadir. La libertad que Jesús ganó para los hombres ha sido depositada en manos de la Inquisición, el hombre no quiere ser libre y escoge a la Inquisición para llevar esa pesada carga. El Inquisidor, un jesuita, amenaza a Cristo con quemarlo y Jesús acaba el relato marchándose en silencio.
En el libro Alexei se defiende que estas creencias forman parte del catolicismo, de los jesuitas y de la España católica pero no de la Iglesia Ortodoxa. Los jesuita, una orden religiosa militante, algo parecido a un capítulo de marines, son vistos como una gran amenaza por las potencias estranjeras.
En Warhammer 40k el Gran inquisidor es un Amalathiano, se opone a la noción de cambio alguno y a que nadie más que él pueda interpretar correctamente la voluntad del Emperador. Desde su trono del juicio ha enviado a la hoguera a millares, culpables siempre, porque la inocencia no existe para él.
En el trasfondo Karamazov captura a un clérigo tocado por la mano del Emperador, Icariel, un jóven que ayuda a la Inquisición a liderar una revuelta contra un cardenal traidor. Icariel es visto por los Thorianos como un enviado, pero tras derrotar al apóstata y antes de que llegaran los Thorianos el Inquisidor Karamazov captura al jóven, y lo tortura hasta matarlo.
Player, gamer y Wargamero. Me inicié como Bloguero a principios del año 2013 creando el Taller de Yila, blog dedicado a la actualidad de juegos de mesa, wargames y otras cosas Frikis.
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